
Esta guía del autoestopista galáctico, tiene el mismo interés que una guía de Paris, y lo digo porque soy de la opinión, como muchas personas, que tanto para conocer Paris, como para viajar por la galaxia, lo mejor es dejarse llevar. Así que no haga mucho caso a la voz en off que sale de la pantalla, acomódese en su butaca y abúrrase a ratos con la ilusión de soltar alguna carcajada, verá como sin aparente explicación Bill Nighy le sube a un carrito y le transporta a través de un curioso taller, es sin duda lo mejor.