Audrey Hepburn



Miro al pasado y al final de todo emerges tú,
revestida con la luz de una estrella polar,
traspasando la oscuridad del tiempo,
y te conviertes en una imagen que será recordada
por siempre.
En su funeral, Gregory Peck leyó el poema favorito de Audrey,
“Amor eterno”, de Rabindranath Tagore.