Venecia

Prefiero la luz de febrero cuando los rayos de sol palidecen los muros, ralentizan el tiempo y quiebran la piedra . Prefiero esa luz en el ocaso del día, en el relente del paseante doblando la esquina, en la mirada del otro que desaira la nuestra, en la mudez del vecino. Prefiero esa luz en tus ojos cuando miras Venecia.


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